Un tronco seco ablandado por dos almohadones nos invita. Y buscamos. Podemos seguir el trazo de las ramas bajo el cielo. El sol construye su propio laberinto tras el filtro de las hojas. Si suena, el chistido seco de un colibrí nos habrá puesto cerca de la posibilidad de otro recorrido. Este vagabundeo con la imaginación elegirá hacer pie en las hojas, en las alas, en la luz. O puede detener su mirada en el gatito que dedica ingentes esfuerzos a perseguir su propia cola.

Que el gato encuentre su rabito y lo muerda es tan inmediato como la sorpresa dolida con la que se suelta. Pero pocos segundos después olvida o juega a que olvida y vuelve a correr tras de sí. Nosotros pasaremos los días en la misma ronda de encuentros de luz, mordidas de ramas y colibríes de olvido.

Quizás aquí, Bajo la rosa china, experimentemos algo de ello.

viernes, 28 de agosto de 2015

Un poema de Ernesto Cardenal


Ernesto Cardenal

SALMO 11 (12) 

Libértanos tú 
porque no nos libertarán sus partidos 
Se engañan los unos a los otros 
/ Y se explotan los unos a los otros 
Sus mentiras son repetidas por mil radios 
sus calumnias están en todos los periódicos 
Tienen oficinas especiales para hacer Mentiras 
Esos que dicen: 
/ "Dominaremos con la Propaganda 
La Propaganda está con nosotros" 
Por la opresión de los pobres 
por el gemido de los explotados 
ahora mismo me levantaré 
dice el Señor 
les daré la libertad porque suspiran 
Pero las palabras del Señor son palabras limpias 
y no de Propaganda 

Por todas partes están sus armamentos 
Nos rodean sus ametralladoras y sus tanques 
Nos insultan los asesinos llenos de condecoraciones 
Y los que brindan en sus clubes 
Mientras nosotros lloramos en tugurios 
Los que se pasan la vida en coctail-parties

- . - . - 

ERNESTO CARDENAL. En Poesía Completa, tomo I. Patria Grande. Buenos Aires, 2007. Pp. 70-71. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario